2014-11-14




Una ruidosa familia

            Erase una vez una ruidosa familia a la que lo que más le gustaba era dar conciertos. La familia era un poco extraña. Eran: un violín, una viola, un contrabajo muy elegante y bastante alto y, el maravilloso padre, el violonchelo.
            Ellos comían, merendaban y cenaba, como gente normal, pero, lo que no era normal, era lo que comían: unas jugosas y deliciosas notas musicales. 
            La comida favorita del contrabajo era el jugoso fa. La comida favorita de la madre viola era la nota la, y la comida favorita del niño violín era el si.
            Sus vidas eran la música, no podían vivir sin música, pero apareció un fagot porque él también quería dar conciertos, vamos, que le gustaría ser como ellos.
            Pero del fagot hablaré un poco más tarde, porque os tengo que hablar antes de otra cosa.Yo me refería a que eran raros, no porque los demás fueran personas, si no porque no había más violines, ni violas, ni violonchelos,ni tan siquiera había contrabajos. 
            Eso en ese mundo no importa, ya que eran muy famosos y había muchas cosas sobre ellos, como libros, pancartas... 
             La familia se llamaba Cuerdas. Se habían ido de vacaciones y el fagot corrió la voz de que nunca iban a dar otro concierto. Extrañamente, la gente se lo creyó. El tenía un plan, que era darles unos pasajes de avión a Hawai para que tardasen en volver, porque él, pensó, que para cuando volvieran el ya sería muy famoso.

              Y sí, extrañamente, eso pasó. Al cabo de un tiempo, el fagot era el más famoso, el más querido y todos querían ir a sus conciertos y a todos les gustaba...
               Pero, un día, la familia  Cuerdas volvió. A él no le preocupó, pero en cuanto la gente les vió, sucedió como si fagot nunca hubiera sido famoso. Esto le llenó de tristeza. 
     
       Al cabo de un tiempo, comprendió que era lo mejor. Cuando la familia Cuerdas le vieron, el fagot se preocupó porque se imaginaba que estarían muy enfadados con él y él les dijo:
           -Ya se que estáis muy enfadados conmigo, pero, por favor, perdonadme. De verdad que lo siento mucho.
Y la familia Cuerdas respondió:
           -No, al revés, no sólo nos has dado unas maravillosas vacaciones, sino que has hecho que mi familia se lo haya pasado de maravilla. Así que muchas gracias, aunque lo hayas hecho por maldad, al final ha sido genial.
 Mariel Osorio. 3. zikloa. Talde Urdina. Hagina gela

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