2023-01-26

MIS AMIGOS Y YO

 

MIS AMIGOS Y YO

Una vez salimos mis amigos y yo del cine. Luego fuimos a una fiesta en casa de un amigo. El amigo había invitado a todo el cole. La fiesta empezaba a las seis y acababa a las diez.

Habían bebidas, hot dogs, pizzas y hamburguesas, había como una mini lotería y si ganabas la mini lotería te regalaban unas zapatillas.

Le tocó a un amigo mio, fue a recoger las zapatillas y  eran muy bonitas: naranjas y blancas y se utilizaban para jugar al fútbol. 

Más tarde fuimos a jugar al fútbol, nos habíamos encontrado a un niño jugando solo y nos hicimos amigos suyos. 

Era muy bueno en el fútbol, fue una suerte que yo fuese de su equipo.

Nunca olvidaré ese día.

 Colorín colorado, este cuento se ha acabado. Al que no le haya gustado, que se quede sentado.




Alem Hrvat

3. zikloa  talde urdina


Motxilari eskutitza

 

 Durango, 2022ko abenduaren 7a, asteazkena.


Kaixo motxila:


Eskutitz hau zuri barkamena eskatzeko idatzi dut.


Egun hauetan zure lau kremaileretan pisu asko sartu dudalako. Barkatu ahal didazu? ni beti saiatzen naiz pisu gutxiago sartzen, baina ezinezkoa egiten zait, gehiegitan.


Eskutitz hau idazten bukatzen dudanean, nire koadernoekin hitz egingo dut eta dieta egin dezaten eskatuko diet. Horrela koaderno guztiak eraman ahalko ditut eta ez dizut hainbeste pisu sartuko. Zer iruditzen zaizu? 


Zure barkamena espero dut. 


Agur!!!!!!! 


Jaione Sanchez 

3. zikloa talde morea


2023-01-19

Historias de la casa de empeños

 Cuento

Historias de la casa de empeños


En un lugar de la Mancha cuyo nombre no quiero acordarme, en torno al año 1940, durante el franquismo, Isabel una jovencita de 13 años esperaba en la cola de una casa de  empeños. Su familia era pobre ya de por sí, pero desde que habían encarcelado a su padre por impartir clases en secreto, sus escasos bienes iban desapareciendo tras la ventanilla de la casa de empeños. En aquel momento Isabel miraba con tristeza la alfombra que su madre le había mandado a empeñar. Pensaba también en como su situación en las últimas semanas, desde que habían arrestado a su padre. Todas las personas que veía a su alrededor tenían caras tristes. Isabel conocía a la mayoría, puesto que eran sus vecinos. Algunos habían encontrado el chismorreo como una distracción, como era el caso de las dos mujeres que había en la cola:

-Isabel, la pobre, cada vez viene más por aquí.- le decía una a la otra.

-Sí, tienes razón. Su familia está pasando hambre.- respondió la otra.

Isabel escuchó con rabia y pensó en cómo era posible que hubiera gente que se entretuviera con la miseria ajena. Sin embargo, a sus espaldas oyó a una de sus vecinas contar con alegría que había sido tía. Isabel recordó entonces lo que tantas veces le había oído decir a su abuela: mientras sigan naciendo niños siempre habrá esperanza.


Elaia Berrojalbiz 

Talde Morea 

3.Zikloa