Había una vez un chico llamado Javier al que le gustaban muchísimo los coches y soñaba con ganar la Carrera De Los Supercoches. Él tenía un Opel Insignia, no era un super coche, pero le servía para sus cosas.
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Un día cuando volvía de jugar al tenis, su deporte favorito, encontró una carta de Pirelli, el patrocinador de la C.S. y cuando la abrió leyó que había ganado un sorteo y que correría en la carrera como "El conductor del pueblo", con un Porsche 911.
El el día de la clasificación cada piloto podía hacer tres vueltas cronometradas de seis vueltas completas.
Javi salía el último para hacer las vueltas, entonces el mejor tiempo era del Ferrari F30 tardando 1.32.2, Javi hizo un tiempo de 1.33.4, saldría 6º.
Al día siguiente era la carrera, Javier pensaba: " 40 vueltas para cumplir un sueño"
¡¡¡¡¡¡¡¡5, 4, 3, 2, 1 y ya!!!!!!!!, todos aceleraban a tope intentando adelantar a alguien, Javi seguía 6º en la primera curva, pero como su coche era muy rápido en la vuelta 10 ya iba 4º. Llegó el momento de las paradas en los boxes, Javi era de los primeros en entrar y después de la parada iba 8º pero todavía algunos no habían parado, cuando pararon todos, en la vuelta 17ª volvió a la 6ª posición, le había salido mal la jugada.
El lider ahora era el BMW M3, Javier pensó que no podría alcanzarle, pero en la vuelta 30 el coche que iba cuarto se estrelló y salió el coche de seguridad. Y todos entraron a parar, Javi salió 3º, pero el coche de seguridad seguía en la pista y no se fue hasta la vuelta 37ª. Cuando se fue las posiciones no cambiaron hasta la vuelta 38ª cuando Javi pasó al Lamborgini Murciélago y se puso en 2º lugar, en la última vuelta venía luchando con el M3 por ganar en la última recta de 1,6 km tenía la última oportunidad, atacaba pero el M3 no se rendía y... le pasó y cruzó la meta cumpliendo su sueño.
FIN
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